viernes, 22 de enero de 2010

Anonimato


Cuanto decides escribir un blog lo primero que te planteas es si vas a dar la cara y exponerte a que te la partan, firmando con tu auténtica identidad o te vas a refugiar en un anonimato que te va a hacer más libre .
Lo expresa fenomenal un compañero en su blog :
"Es probable que los que escribimos con seudónimo lo hagamos con mayor libertad, mostrándonos realmente como somos a la vez que nos distanciamos de nuestras opiniones lo suficiente como para reconocerlas como propias pero no morir o matar por ellas. Firmar con tu verdadero nombre te obliga a ser demasiado cuidadoso con lo que escribes y a tener que defenderlo como defiendes a un hijo."
Firmar con tu auténtico nombre te corta un poco las alas :



6 comentarios:

Iñaki Murua dijo...

Pues yo opto por seguir siendo yo mismo también en la Red; me parece más honesto, aunque ello suponga, como en la vida presencial, que hay que medir lo que se dice (escribe), pensar lo que se dice (escribir) y no se diga (escriba) siempre lo que uno piensa.

Carlos B. dijo...

Yo también firmo con mi nombre, Iñaki; pero a veces me contengo de poner lo que pienso porque puede tener consecuencias. Seguro que conoces muchos bloggers que refugian en el anonimato.

Enrique Gavilán dijo...

Hola, Carlos,
No conocía tu blog, casualmente me lo encontrado y me resulta muy grato ver que hay un blogger más que añadir a la larga lista.
Sobre el tema que propones, bueno, puede ser que lleves razón, pero creo que se pueden decir las cosas altas y claras sin ofender ni buscarse líos, así que por lo pronto prefiero firmar con mi nombre todo lo que hago, no ya en los blogs donde participo, sino allá donde voy dejando mis comentarios. De tanto hablar y hablar a veces creo que meto la pata, y habrá la gente que me odie o me tenga, al menos, cierta inquina, pero siempre que algunas normas no se traspasen (honestidad, rigurosidad) si eso sucede no es desde luego un problema buscado por mi.
Respeto igualmente a los anónimos o personas que utilizan pseudónimos, aunque no terminan de gustarme. Pero los respeto. Eso sí, cuando sus comentarios son respetuosos. Lo que no consiento es la insolencia disfrazada o el que tira la piedra y luego no es capaz de asumir el daño que ha producido. A esos no les perdono...
Un abrazo,

enrique

Javier dijo...

Yo, como criterio sigo a aquellos que escriben sin utilizar el anonimato. Se que lo que escriben lo han reflexionado más y han tenido en cuenta a los posibles lectores antes de publicar el comentario. Así que, ánimo!

Anónimo dijo...

Por alusiones. Nadie es uno mismo cuando escribe. Escribir no es caminar, no es beber agua. Es algo antinatural, como nadar o volar, y así lo vivimos. Sin querer, cuando uno escribe, corrige, adjetiva, usa oraciones subordinadas imposibles. Se disfraza. Por eso los escritores profesionales inventan personajes que hablan por ellos. Borges no es el inmortal. García Márquez no es Aureliano Buendía. Cervantes no era el Quijote. Era sólo un antiguo soldado manco. Es una técnica.
No tengo nada, sólo faltaría, contra escribir con tu propio nombre. Yo mismo mantengo otros dos blogs con el nombre que figura en mi DNI. Pero CCBaxter es el hombre que me gustaría ser. Dejadme soñar.

Carlos B. dijo...

Yo antes tenía un blog anónimo.Cada situación tiene su encanto y lo expresabas también C.C. Baxter que no me pude reprimir de citarte.