domingo, 3 de enero de 2010

Unidades de Paliativos


Publica hoy el correo un articulo sobre la unidad de cuidados paliativos a domicilio del hospital San Juan de Dios dirigida por el excelente Dr. Julio Gomez:

"En medicina hay que desterrar la frase 'no hay nada que hacer', porque siempre hay algo que hacer». Así lo asegura Julio Gómez, el coordinador médico del primer programa para la atención integral a personas con enfermedades avanzadas de Vizcaya, que se puso en marcha en noviembre de 2008. En apenas 13 meses, esta iniciativa pionera ha ayudado ya a 206 pacientes en fase terminal y a más 350 familiares de toda la provincia. Su grupo, compuesto por este experto en medicina paliativa del Hospital San Juan de Dios de Santurtzi, además de dos psicólogos y dos trabajadores sociales, está abriendo camino en un campo desconocido en la zona. «Con la experiencia que vamos consiguiendo, estamos creando un protocolo de actuación para unos cuidados que en España apenas existían», precisa......."

Esta muy bien que aparezcan estas unidades, pero por mi experiencia, la atención al enfermo terminal es algo que asume el médico de familia y que debemos pelear por hacerlo cada día mejor
ya que estas unidades de paliativos son como un grano de arena en el océano .
Además existen otros servicios como hospitalización a domicilio, que cuando asumen un paciente funcionan de maravilla, lo que no me gusta es el filtro que utilizan : el médico de familia debe contactar telefonicamente con este servicio y pedir que asuman a tu paciente como si se tratará de un favor personal y..... será mi paciente y quiero lo mejor para él pero no es "mi padre". Al final para evitar engorros lo asumo directamente yo aunque en ocasiones me suponga prolongar mi jornada laboral.
Me recuerda a lo de los geriatras ... y que yo sepa yo soy el único geriatra de mis pacientes y estoy encantado de serlo.

Para finalizar me quedo con el lema del Dr. Julio Gomez :

"SI NO PUEDES CURAR ALIVIA, Y SI NO PUEDES ALIVIAR ACOMPAÑA"

1 comentario:

Lis Ensalander dijo...

De dinero y santidad, la mitad de la mitad.